lunes, 1 de mayo de 2017

ESTADO DE LA CUESTION

EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL -en nuestro ordenamiento -  no forma parte del Poder Judicial , pero desarrolla ( debería )  una función jurisdiccional de suma importancia : vigilar el cumplimiento ( letra y espíritu )  de  lo que se estipula  en la Constitución y garantizar que los Poderes del Estado , las Cortes , los Parlamentos Autónomos , etc . se atengan al principio de separación de poderes ( aquí me ha entrado la risa floja ) :poderes constituidos y constituyentes.
Y , digo , me ha entrado la risa floja recordando de que esa separación desaparece cuando los poders constituidos ( örganos parlamentarios- gubarnamentales)  actúan violando los principios constitucionales  .
  El TRIBUNAL CONSTITUCIONAL  está olenamente legitimado para desarrollar importantísimas funciones en el control de la constitucionalidad de las leyes ( centrales y autonómicas ) y ,a sí , garantizar el equilibrio de poderes : vertical y horizontalmente.
  Establecido ésto , resulta , cuanto menos , "chocante "  los algomásque intentos de ninguneo o aniquilamiento que se está produciendo , en la últimas legislñaturas ,  por parte de quienes más respeto habrían de mostrar hacia él .
 Y no es hablar por decir : hubo un tiempo en el que el T.Constitucional proyectaba una imagen de autoridad con una exquisita neutralidad política pero la pelea a cara de perro en que han convertido a la política , ha afectado muy negatívamente a éste Organo Jurisdiccional  como árbitro en las disputas político-partidistas : todo esto ha causado una grán merma en su auctoritas  y la imagen que está ofreciendo ( el T.C. )  es la de guiarse por intereses políticos y parcialidad política evidente .
   De estas afirmaciones  tenemos la prueba en el akelarr  que se produjo  con ocasión del "nou " Estatut de Catalunya  : el interprete último de la Constitución entró  y tomó parte en la lucha partidista mandando al guano toda su tradición de neutralidad y su sentido de Estado acabó  sumida en u estercolero de parcialidad .
   Y seguimos pagando las consecuencias de aquello ...
  La obsesión del Partido Popular  y  P.S.O.E.  por controlar al T.Constitucional ( vía miembros ) , la entrada del propio T. Constitucional a todos los trapos que le ponen delante  yese empecinamiento en meter baza en todas las peleas habidas en la arena política.... han acabado por arruinar todo vestigio de su prestigio original .
   Hemos asistido , estamos asitiendo , a una ¿ sorda ? guerra interna en el T.Constitucional y a su pasividad ( casi desidia podriamos decir ) y un plegamiento a intereses de partido ante las acciones de éstos tendentes a condicionar sus dictámenes. Eso  hace que  los ciudadanos veamos sus decisiones no como fruto de un juicio de constitucionalidad y si como un respaldo a determinadas decisiones políticas de determinado color ..
  De aquí la afirmación popular : la Justicia está politizada .
  El culpable último de esta , lamentabilísima ,situación es el própio Tribunal Constitucional por su falta de valentía y su torpeza a la hora de cumplir con sus funciones Constitucionales .
  No puede existir un sistema  de Justicia Constitucional que funcione si los partidos , los grupos parlamentarios , se empeñan , a la hora de dirimir sus diferencias en el ámbito de la jurisdicción constitucional, en la utilización  del recurso abstracto de incosntitucionalidad y así solventar eses diferencias .
  El Recurso de Inconstitucionalidad  se estableció para que los grupos minoritarios pudieran discutir las interpretaciones de la Constitución  realizadas por la mayoría : No para  que los "perdedores" en un proceso legislativo  continúen su guerra  ideológica convirtiendo al Tribunal Constitucional en algo para lo que no fue creado .
  El proceso  de designación de Magistrados para el T.Constitucional  - que deben ser elegidos por las Cortes Generales y el Consejo Superior del Poder Judicial )- los partidos políticos lo han convertido en la "casa de tócame Roque " montando un bochornoso espectáculo cada vez que  procede a la renovación de sus miembros con sus maniobras para intentar colocar a " los suyos " e intentando forzar nombramientos que puedan favorecerles en sus guerritas .
  El " sistema de cuotas" se ha retorcido hasta tales extremos que se negocia la renovación , designación, como un "único paquete" de negociación  a la hora de elegir componentes  para örganos de muy diferente naturaleza y finalidad que el T.Constitucional  : el espectáculo de chalaneo en el "reparto de cuotas " para la composición del Consejo Superior del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas, etc .  es ,en todo punto, una indecencia que deja bién clata la intención  última de los partidos políticos :  "meter a los suyos "- aunque sea a base de vaselina y calzador -  en todos los organísmos y premiar , así ,  fidelidades politikcopersonales y conseguir  que los magistrados , en sus resectivas jurisdicciones , sigan actuando al servicio de los intereses de quienes les promocionaron.

    ¿ Hablamos  de descentralización ?  
    En el siguiente Estado de la Cuestión lo haremos

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